jueves, 19 de junio de 2014

La ansiedad ante los exámenes

Todos necesitamos una cantidad determinada de energía para realizar cualquier actividad, desde hacer deporte o conducir… Hasta caminar o leer un libro. Esta actividad es normal, y además es necesaria. El problema comienza cuando esa cantidad de energía se dispara y se pasa de estar activado a estar sobreactivado. Y esto nos ocurre cuando anticipamos un peligro, ya sea real o imaginado. Por ejemplo: “voy a suspender el examen”, “Seguro que me quedo en blanco”, “No tengo tiempo para aprenderlo”…
La ansiedad ante los exámenes consiste en una serie de reacciones emocionales negativas que algunos alumnos sienten ante los exámenes. Se da a niveles muy elevados cuando puede interferir seriamente en la vida de la persona. Esta ansiedad puede ser “anticipatoria” si el sentimiento de malestar se produce a la hora de estudiar o al pensar en qué pasará en el examen, o “situacional” si ésta acontece durante el propio examen.
La ansiedad se puede poner de manifiesto antes, durante y/o después del examen en tres áreas:
· A nivel físico se pueden dar alteraciones en el sueño, dolores en el estómago, en la cabeza, sensación de paralización o hiperactivación, náuseas, opresión en el pecho…etc.
· A nivel de pensamiento, todo lo que pasa por la cabeza antes del examen suele ser de carácter negativo. . Por un lado, el estudiante se infravalora (“soy incapaz de estudiarmelo todo”, “soy peor que los demás”, ” no valgo para estudiar”) y/o prevé que va a suspender e imagina unas consecuencias muy negativas del suspenso (“qué dirán mis padres”, “no voy a poder acabar mis estudios”, etc). Asimismo, durante el examen puede tener dificultad a la hora de leer y entender preguntas, organizar pensamientos o recordar palabras o conceptos. También es posible experimentar un bloqueo mental (o “quedarse en blanco”), lo que se manifiesta en la imposibilidad de recordar las respuestas pese a que éstas se conozcan.
· A nivel emocional, la emoción principal sentida es el miedo. Un miedo al que la mayoría de los estudiantes quieren evitar a toda costa, negándolo o realizando acciones dirigidas a evitarlo. Con eso lo único que consiguen es alimentar la emoción, construir un sistema de creencias en torno a ella maximizando su magnitud y dándole más importancia de su verdadero valor, el miedo sirve para que estemos alerta ante situaciones que requieren más atención por nuestra cuenta.
Para abordar esta problemática os recomiendo una intervención que abarque todas las áreas implicadas, que ayude a la persona a afrontar todos los componentes de la ansiedad ante los exámenes. Para ello, resulta de mucha utilidad las técnicas de respiración abdominal y de relajación, para controlar toda la parte física, una revisión de todos esos pensamientos negativos que aparecen irracionalmente para cambiarlos por otros realistas y, por último, técnicas de facilitación emocional que faciliten que la persona afronte el miedo y lo convierta una herramienta a su favor, en lugar de un enemigo.
En todo caso, cuando la problemática persiste es recomendable la revisión de un profesional de la psicoterapia para obtener una visión personalizada del caso y descartar otros factores que puedan influir.
Escrito por Isabel Berbel, psicóloga y especialista en Terapia Gestalt.