viernes, 17 de octubre de 2014

Gestalt y cáncer

En Gestalt llamamos “ciclo de la experiencia” al esquema didáctico que representa el camino que recorre la energía del organismo del ser humano, hacia la satisfacción de sus necesidades, constituyendo la experiencia sensorial, mental y conductual de la persona.

Los bloqueos en el ciclo de la experiencia se definen como la interrupción de la energía por parte del organismo, ya que se impide el libre flujo y manifestación de dicha fuerza y la manifestación de la enfermedad no deja de ser un bloqueo debido a que la persona busca evitar a toda costa el cierre de la gestalt de la vida.

Considerando a la enfermedad como un mensaje existencial, podemos percibir al padecimiento como la mejor respuesta que encontró el organismo para adaptarse a su entorno. Un ejemplo de esto sería un adulto mayor conviviendo con una familia que lo evita e ignora, súbitamente enferma de cáncer, entonces empieza a recibir inmediatamente la atención por parte de su sistema familiar. Desde el awareness o la consciousness, se da cuenta de las repercusiones de su recuperación, por consiguiente, ¿valdrá la pena aliviarse?

La primera reacción ante una enfermedad es delegar su tratamiento en los médicos. La mayoría de la gente no se pregunta qué parte de su emocionalidad puede estar en conflicto como para haberse enfermado. La propuesta consiste en que, además de consultar con el especialista clínico, esas entrevistas se realicen también con un psicólogo con la idea de que te ayude a darte cuenta de qué te está pasando.

Adriana (Nana) Schnake, psiquiatra chilena, lleva la mayor parte de su vida profesional dedicada a abordar la relación entre las enfermedades y los conflictos intrapsíquicos desde una perspectiva gestáltica. Si bien ha planteado algunas generalizaciones (como el vínculo entre los huesos y la estructura, el estómago con la asimilación o el corazón con la emotividad), no siempre tiene que ser así, ya que la patología surge de la relación y no exclusivamente del individuo.

No se trata de plantear la curación, sino más bien de atender al mensaje que te está dando ese órgano enfermo, la terapia ayuda a la curación en la medida en que la curación la hace el organismo, no los médicos ni los terapeutas. La verdadera batalla es por la prevención, por el conocimiento para alejar la enfermedad, por evitar que la muerte ocurra en circunstancias imprevistas o absurdas.

Aún en las enfermedades más graves ayuda en la medida en que mejora la calidad de vida de ese último tiempo. Ayuda a una cura, que quizás no sea la sanación completa pero sí de algunos aspectos.

En cuanto al cáncer, es una de las enfermedades que muestra la actitud más avasalladora y omnipotente del ser humano. Las células del cáncer podrían ser definidas como muy omnipotentes porque hacen una mutación, cuando salen en un órgano se niegan a tener las características de ese órgano; se mantienen jóvenes mientras tengan alimento; se multiplican a una velocidad muy grande; no tienen límite; se expanden para todos lados; son muy egocéntricas; y se alimentan de los vecinos.

Propone el uso de la metodología gestáltica, especialmente el uso de la técnica de la silla caliente para establecer un diálogo con el órgano dañado.

Cada órgano tiene una forma y una función, cuando tú sientes que eres ese órgano con esa forma y esa función a ti te provoca una emoción determinada. Conectarnos con una determinada parte de tu cuerpo a unos puede provocarles una emoción positiva o negativa. Cuando vivencias un determinado órgano puedes sentir un rechazo porque hay características de él que no te gustan.

Por ejemplo, hombres con cáncer de pulmón que, al pedirles que se vivencien como pulmón, rompen a llorar porque no pueden aceptar las características de éste como ser blando, dependiente, indiscriminados, no les gusta eso. Entonces, tienen una emoción negativa. El proceso de sanación se puede dar cuando la persona se da cuenta, de que le guste o no, ese órgano es vital para vivir y que si están presentes esas características en su cuerpo, en ese órgano suyo es probable entonces, que también sean suyas. Cuando comienzan a aceptar, dejarán de pelear con sus pulmones. Se trata de que terminemos aceptando cada parte que tenemos, ir reconociendo partes del carácter que no nos gustan.

Aceptarse como uno es, con todas las cosas que pueden ser calificadas de negativas, pero que son positivas en otro sentido.

Bilbiografía recomendada:

Schnake, Adriana. “Enfermedad, síntoma y carácter”.
Schnake, Adriana. “Los diálogos del cuerpo”.

Schnake, Adriana. “La voz del síntoma”.